Si hay algo de lo que estamos seguros en la vida (incluso en la venta online) es que nos vamos a equivocar de distintas formas y en distintos momentos. Hay una sola cosa que podemos evitar: equivocarnos mucho, repetitivamente, y sobre todo, sin aprender de nuestros errores. Sería algo así como equivocarnos eficientemente, o hacer que cada error sirva de algo para mejorar en el futuro.
2 consejos para lograr equivocarnos eficientemente en e-commerce:
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1) Relacionar causa y efecto
Con respecto a la primera, poder relacionar una causa con su efecto nos permite entender qué acciones generaron un efecto positivo para repetirlas y cuáles un efecto negativo para evitarlas en el futuro.
Pero para lograr identificar esta relación entre causa y efecto (y su resultado) es clave basarnos en información objetiva, medir confiablemente y asegurarnos de que la subjetividad no nos atrape con sus distorsiones. La venta online depende de tantas variables que cambian con tanta velocidad que la percepción se vuelve algo engañosa sobre todo porque tenemos una limitada capacidad de manejar al mismo tiempo mucha información.
Por otro lado, no medir objetivamente y sacar conclusiones sobre qué acción generó un efecto positivo o negativo puede llevarnos a grandes errores, porque muchas veces desde la mirada subjetiva las cosas no son lo que parecen y corremos el riesgo de repetir atribuirle a una causa un efecto que no correspondía.
Por todo esto, es clave trabajar en conocer objetivamente qué acciones generaron resultados positivos, en qué contexto se dieron para equivocarnos mucho menos y obtener mejores resultados.
El punto principal siempre es que tomes decisiones basadas en información objetiva y claro, un pequeño porcentaje a la intuición. Cuanto mejor es la información, menor el riesgo de equivocarse.
- Por ello, siempre recalcamos que “profesionalizarse” implica hacer de esto un proceso de mejora continua y hacer que la suerte no sea un factor tan influyente en el resultado de las acciones que decidimos tomar.
- Cada vez nos vamos a equivocar menos (o más eficientemente) si logramos conocer mejor los errores y los hacemos parte de una nueva certeza de cómo hacer las cosas.
- Cómo respondió Thomas Alva Edison (inventor de la bombilla eléctrica) cuando un periodista le recordó que había cosechado casi mil intentos fallidos antes de dar con el filamento de tungsteno: “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo NO hacer una bombilla.”