El mundo está cambiando. Eso lo sabemos bien en Latinoamérica donde esperamos dejar de ser el epicentro del Coronavirus, tal como lo declaró la Organización Panamericana de la Salud. El contexto de confinamiento y las medidas preventivas hicieron que cambiaran varios comportamientos de los consumidores: por un lado, la preferencia del local de cercanía en lugar de las grandes tiendas y mayoristas; por el otro, que cada visita, cada compra, signifique un ticket más alto, y menos periodicidad; y por último, una alta preferencia y un vuelco masivo al comercio electrónico, que asoma con el gran cambio cultural de estos tiempos.
“En seis semanas se adelantó lo que iba a suceder en los próximos dos años”, aseguró la Cámara de Comercio Electrónico de la Argentina en su último informe. La consultora Marketing y Estadística relevó también la preferencia de los usuarios: el 75 por ciento de los consumidores eligió a Mercado Libre como su plataforma principal. Muy por detrás aparecieron supermercados y mayoristas (22) aunque con algunos problemas; según Shopneck, los usuarios mencionaron algunos problemas a la hora de la compra, como el cobro correcto, falta de cumplimiento en la entrega o que el pedido no llegó completo.
Sin dudas, el tema de la logística pasó a ser central en tiempos de Covid-19. Y de vuelta: como en todas las encuestas, el podio de las apps más usadas en Argentina estuvo liderado por Mercado Libre, y luego la siguen empresas como Rappi, Glovo, Pedidos Ya. El envío de productos no estuvo exento de problemas, claro. Ya en abril, la CACE había señalado que no se habían entregado el 60 por ciento de los despachos.
Un crecimiento hacia el más allá
El crecimiento del e-commerce en abril en Argentina fue del 84 por ciento. La tendencia encima se profundizó luego del 20 de abril, cuando quedó habilitada la venta minorista. Desde allí, la facturación creció un 111%, las órdenes de compra un 54% y los productos vendidos en un 87% en comparación con una quincena promedio del primer trimestre 2020, según la CACE. Incluso ayudó a sectores complicados, como indumentaria, a revertir la tendencia negativa, sobre todo porque gran parte estuvo cerrado en su formato físico.
Pero la mayor sorpresa o cambio cultural vino de la mano de nuevos clientes. Según el reporte de CACE, 4 de cada 10 órdenes de compra de las tiendas vinieron de nuevos clientes. Y eso puede verse en las órdenes de compra. Según Mercado Libre, en Argentina, subieron 52 por ciento, en México 112, Colombia 119 y en Chile 125%. En toda la región hubo 5 millones de compradores nuevos, y el podio lo lidera Brasil.
Pero sin dudas el foco estuvo en algunos productos muy relevantes para esta época: la salud y el equipamiento médico, que subió 300 por ciento, el consumo masivo y los alimentos (164 por ciento) y los productos de hogar, muebles y jardín (84 por ciento). Fueron, sin duda, los motores de esta nueva de cambio cultural.
El cambio de vida fue a Mercado Libre
Además de las nuevas formas de compra, los cambios de hábito se verificaron en las compras online que se destinaron sobre todo a las nuevas rutinas en casa. Si bien al principio, los consumidores buscaron la prevención (sobre todo con foco en la limpieza) y el abastecimiento (con la comida), la etapa que se visualiza en estos momentos es la de permanencia: ¿cómo hacer que el hogar esté en mejores condiciones para pasar el aislamiento?
En ese sentido, “acondicionar la casa” para hacer las mismas acciones que habitualmente se hacen afuera, fueron uno de los principales focos de los consumidores. ¿En qué se verifica? En primer lugar, El entretenimiento: desde proyectores, juegos de cartas o rompecabezas, libros electrónicos, instrumentos musicales o videojuegos encabezaron el listado de compras dentro de Mercado Libre.
En segundo, La oficina en el lugar. Ahí se verifica que el incremento en la demanda de notebooks (también para estudio), impresoras, o incluso sillas para mejorar la postura o audífonos coparon las preferencias de los usuarios. Por último, el Gimnasio casero fue una de las secciones que más crecieron. Mats de yoga, pesas, discos, colchonetas o bicicletas fijas se metieron entre los preferidos de los usuarios.
Un cambio de costumbre que… ¿quedará?
Las consecuencias del Covid-19 en la vida cotidiana empezaron por el encierro, pero siguieron con las nuevas formas de adaptarse a la realidad. Y allí, el consumo es apenas una punta de lo que viene sucediendo y de lo que seguramente quedará para el futuro. El cambio de hábito se dio en la forma de compra. Pero también en los productos que se adquirieron. Primero para comprar lo mismo que se hubiera adquirido de forma presencial. Y luego, para acomodarse a un modo de vida que promete permanecer durante algún e incierto tiempo. La gran pregunta, sin embargo, aún permanece: ¿qué empresas se están adaptando mejor al comercio electrónico? ¿Cómo cambiará su operación después del fin de la pandemia?