2019: el año bisagra del e-commerce

Escrito por Andres Jara Werchau | Apr 18, 2019 4:00:00 PM

El 2019 el año en el que el e-commerce apunta alto.

Andres Jara Werchau presenta una mirada estratégica sobre el nuevo comercio en al región latinoamericana. Es el momento se sumarse y crecer exponencialmente, utilizando la información como herramienta clave para la toma de decisión.

 

Por Andrés Jara Werchau, CEO de Nubimetrics

 Este es el año, pensarán muchos. En realidad lo será: no es mera intuición ni sospecha. Es información que se desprende de datos que estamos viendo del e-commerce a nivel regional. En México, el comercio electrónico creció 20 por ciento en 2018 con respecto al año anterior. El 60 por ciento de los usuarios conectados compró algún producto o servicio en línea en los últimos tres meses, explica la Asociación de Internet

 

Los números suben. Se disparan. Por ejemplo, el e-commerce creció cuatro veces más que el Producto Interno Bruto en ese periodo, según lo refleja el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el periodo 2013-2016. Ya es el 4 por ciento del PBI, según lo muestran los propios datos. México ocupa el tercer lugar en volumen de negocio en el continente, por detrás de Estados Unidos y Canadá. Pero con apenas poco más de la mitad de la población en línea, a diferencia de los primeros, que tienen apenas el 10 por ciento “desconectado”. Imaginen el potencial.

 

Pero México no es ni por asomo una excepción: es la confirmación de una regla que se da en todo Latinoamérica. Brasil sigue creciendo año a año. Creció un 12,1% en el primer semestre de 2018 con respecto al mismo período del año pasado. En una situación económica desfavorable, el mercado online parece no sentirlo: las tasas de crecimiento se mantienen constantes a pesar de la crisis.

 

Algo similar sucede en Argentina, cuyos vaivenes económicos, en combinación con la devaluación y la inflación, no parecieron impactar en el comercio electrónico. Todo lo contrario: la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en su informe semestral, ratificó que se registraron alrededor de 34,7 millones de operaciones de compra (un 59% más que en 2017) por un total de $97.892 millones de pesos… lo que significó un 66% más con respecto al periodo anterior. Es una de las tasas de crecimiento más altas a nivel mundial.

 

Pese a las tasas altas de crecimiento, Argentina todavía se mantiene por detrás de Chile en volumen. Chile factura más con menos gente conectada. Pero eso es apenas un detalle: lo importante es que aún las posibilidades de crecimiento del e-commerce en Latinoamérica y en esos dos países son muy grandes, independientemente del tamaño de la población.

 

Por qué puede seguir creciendo

 

Y cuando decimos que el e-commerce tiene mucho para crecer, hay que fijarse incluso en los países más desarrollados: en Estados Unidos las compras online representaron apenas el 13 por ciento de la torta total de ventas minoristas. Todavía hay mucho margen para que los números anuales sigan en alza, al igual que en nuestra región.

 

Y en ese sentido, habría que mirar cuáles son las categorías de productos que más están creciendo. O sea: aquellas secciones que los consumidores ya están viendo innecesario movilizarse a tiendas físicas ya sea por distancia o por precio. Pero sobre todo por conveniencia.

 

En todos los países en los que opera Mercado Libre, uno de los principales marketplaces de la región, hubo un crecimiento similar en categorías que pasaron a ser muy fuertes.. Entre esas categorías se ve un crecimiento indudable en:

 

Fideos, de la categoría Alimentos y bebidas

 

 

 

Cajas y Organizadoras de herramientas, en Herramientas y Construcción 

 

O en alpargatas, dentro de ropa e indumentaria

 (Todos los gráficos son de México, pero podrían ser similares en Brasil, Argentina, Chile y Colombia. Fuente: Nubimetrics.com)

 

Mientras otras categorías ya están maduras (e incluso a veces presentan una leve retracción), como por ejemplo en informática, otros segmentos muestran un despegue que parece no tener techo. A esas categorías, que no son tan clásicas, parece que les ha llegado el momento de crecer y de no volver nunca para atrás. Son sin dudas el motor del crecimiento del e-commerce en Latinoamérica. Pero lo que es mejor: son apenas tres ejemplos, porque en realidad hay muchos más. Muchísimos.

 

¿Por qué el e-commerce no tiene techo? Lo que hay que ver es en qué categorías se está produciendo la “migración”: qué compras que antes se hacían en una tienda física se están mudando al mundo online. Y en esto mucho tendrá que ver la comodidad pero también en algunos casos el precio: una persona a 300 kilómetros de una tienda puede comprar al mismo valor que alguien que se encuentra a tres minutos; eso, en definitiva, iguala condiciones y democratiza la venta. Es parte de esta revolución.

 

A esto se suma el concepto de la disponibilidad: la gente busca cosas que un comerciante quizás no pondría en su local por el alto riesgo de inmovilizar mercadería solo accesible a los que los visiten presencialmente en su zona geográfica. En cambio, el e-commerce amplía la disponibilidad a más clientes. No solo se regionaliza la demanda sino que también sucede exactamente lo mismo con la oferta. Los vendedores encuentran más posibilidades de vender un producto.

 

Y es allí donde los sellers, las pymes y las grandes marcas podrán hacer su juego para llegar a más y más clientes. Y por eso, en medio de esas condiciones favorables y gigantes, cada vez más jugadores se suman al comercio digital para cambiar su vida y, sobre todo, la de los demás. No se zambullen solos: van a ese mar de negocios con información inteligente, de calidad, que les da herramientas imprescindibles para tomar las decisiones correctas y minimizar los riesgos. Saben qué se busca, y qué se ofrece. Sin intuición y seguros.

 

2019 recién está empezando. Pero seguramente terminará siendo un reflejo de lo que buscan, de lo que persiguen los consumidores. De lo que les interesa encontrar en una tienda de comercio electrónico. Que por ahora representa una porción mínima de la torta total del mercado minorista, sí; pero que a la vez significa que todavía tiene un potencial enorme de crecimiento, con porcentajes que lo demuestran año tras año.

 

Estamos hablando del inicio, esto recién está empezando y todavía no podemos terminar de imaginar el impacto que va a tener un ecommerce en los próximos cinco años. Pero ya nadie puede estar ajeno, eso sí: hay que empezar a recorrer el camino del aprendizaje y del entendimiento. Cada vez el e-commerce será más grande y competitivo, y solo los que lo entiendan en profundidad van a poder capitalizarlo. Los que tarden en empezar se lamentarán de no haber empezado antes. Porque sí, definitivamente, 2019 es el año del despegue.